El shoegazing, también conocido como shoegaze, es un subgénero del rock alternativo que emergió en el Reino Unido a finales de los años ochenta, con bandas como My Bloody Valentine, Slowdive y Ride. Permaneció hasta mediados de la década de 1990, con el máximo reconocimiento de la crítica entre los años 1990 y 1991 y con un nuevo cenit alcanzado en el resurgimiento a inicios de la década del 2010. Bautizado así por la prensa británica gracias a la costumbre que tenían los integrantes de las bandas de tocar mirando hacia el suelo, sin hacer contacto visual con su público (en inglés, el término proviene de "shoe" (zapato) y "gazing", del verbo gaze, que significa mirar fijamente a alguien o algo). El pesado uso de pedales de efecto contribuyó también a la imagen de los artistas mirando a sus pies durante los conciertos.
Pero no solo este movimiento "corporal" fue lo que identificó su esplendor musical y sus canciones. Las guitarras con retroalimentación, ruidosas y a la vez melódicas, plagadas de pedales de efectos como el flanger, reverb o chorus, los ambientes espaciales que creaban y sus letras, entre sombrías y melancólicas —la mayor parte del tiempo susurradas—, eran los medios identificativos de los grupos. Generalmente reconocían (explícita o implícitamente) como influencias a The Jesus and Mary Chain, Velvet Underground, Spacemen 3, los Cocteau Twins y Brian Eno. En los ultimos años ha surgido el género nu-gaze, incorporando elementos del shoegaze y del rock actual.